La opinión actual de la Congreso De Los Estados Unidos sobre la guerra entre Israel y Hamás es dividido siguiendo líneas partidistas.
Generalmente hablando, Republicanos son más partidario de las acciones de Israel y crítico de Hamás, mientras demócratas son más comprensivo con la difícil situación palestina y crítico con el uso de la fuerza por parte de Israel.
Sin embargo, también existen algunas diferencias dentro de cada partido, ya que algunos legisladores han expresado opiniones más matizadas o moderadas.
Según una encuesta del Pew Research Center1, 65% de estadounidenses dicen que Hamás tiene una gran responsabilidad en el conflicto, mientras que 35% dicen lo mismo sobre el gobierno israelí.
Entre los republicanos, 73% culpan mucho a Hamás, en comparación con 21% que culpan mucho a Israel. Entre los demócratas, 62% culpan mucho a Hamás, pero 50% también culpan mucho a Israel.
La encuesta también encontró que 48% de estadounidenses están muy preocupados por la posibilidad de un aumento de la violencia contra los judíos en los EE.UU., mientras que 38% están muy preocupados por la posibilidad de un aumento de la violencia contra los musulmanes en los EE.UU.
La Biden La administración ha enfrentado reacciones encontradas por parte del Congreso por su respuesta a la guerra. Algunos legisladores han elogiado a la administración por sus esfuerzos diplomáticos para reducir la situación y proporcionar ayuda humanitaria a Gaza, mientras que otros la han criticado por no hacer lo suficiente para presionar a Israel para que detenga sus ataques o apoye un alto el fuego.
La administración también ha enfrentado la oposición de algunos miembros del Congreso que han intentado bloquear o retrasar la venta de armas a Israel, argumentando que permitirían una mayor violencia contra los palestinos.234.
La guerra entre Israel y Hamás también ha planteado dudas sobre el papel y los intereses de Estados Unidos en la región, así como sobre las perspectivas de una solución a largo plazo al conflicto palestino-israelí.
Algunos expertos han argumentado que Estados Unidos necesita cambiar su enfoque y adoptar una estrategia más equilibrada e inclusiva que aborde las causas fundamentales del conflicto y apoye los derechos y aspiraciones de ambas partes.4.
Otros han sugerido que Estados Unidos debería centrarse en otras prioridades y desafíos en Medio Oriente, como Irán, Siria y Yemen, y evitar involucrarse demasiado en la intratable disputa entre Israel y los palestinos.2.