Herbert Hoover: el presidente republicano en medio de la Gran Depresión


Introducción

Herbert Hoover, el 31.º presidente de los Estados Unidos, asumió el cargo en medio de la Gran Depresión, una de las crisis económicas más devastadoras de la historia estadounidense. Su respuesta a este desafío sin precedentes marcaría su legado y el destino de la nación en los años venideros.

Herbert Hoover: Una respuesta republicana a la Gran Depresión

Hoover, un destacado empresario e ingeniero republicano, creía firmemente en los principios de la economía del laissez-faire. Consideraba que la Depresión era una corrección temporal del mercado que se autocorregiría sin la intervención del gobierno. La respuesta inicial de Hoover a la crisis fue alentar a la industria privada a resolver el problema. Instó a las empresas a mantener los salarios y la producción, y proporcionó préstamos a los bancos y las corporaciones.

Sin embargo, a medida que la crisis se agudizaba, la confianza de Hoover en el poder de autocuración del mercado se fue diluyendo. Poco a poco adoptó un enfoque más intervencionista, aumentando el gasto público en proyectos de infraestructura y estableciendo una agencia federal de crédito para ayudar a las empresas en dificultades. No obstante, Hoover siguió siendo reacio a implementar programas de bienestar social de gran alcance o a ayudar directamente a los millones de estadounidenses desempleados.

Las políticas de Hoover y la crisis económica

Las políticas de Hoover se enfrentaron a críticas generalizadas tanto de los demócratas como de los republicanos progresistas. Los críticos argumentaron que su inacción inicial exacerbó la crisis, mientras que sus intervenciones posteriores resultaron inadecuadas. El arancel Smoot-Hawley, aprobado en 1930, elevó los aranceles a niveles récord, lo que desencadenó una guerra comercial y profundizó la Depresión. La negativa de Hoover a brindar ayuda directa a los pobres y desempleados fue vista como cruel e ineficaz.

Además, las políticas de Hoover se vieron socavadas por el estancamiento político en el Congreso. Los demócratas controlaban la Cámara de Representantes, mientras que los republicanos tenían una escasa mayoría en el Senado. Esta división partidaria impidió que Hoover promulgara medidas más integrales para abordar la crisis. En 1932, la economía había llegado a su punto más bajo, con un desempleo que se disparó a 25%. La popularidad del presidente Hoover se desplomó a medida que la nación se desesperaba cada vez más por encontrar una solución a la Depresión.

Resumen

La presidencia de Herbert Hoover se caracterizó por sus opiniones económicas conservadoras y su renuencia a implementar una intervención gubernamental radical durante la Gran Depresión. Su estrategia inicial de no intervención no logró frenar la crisis, y sus políticas posteriores fueron vistas como inadecuadas y políticamente motivadas. El legado de Hoover sigue ligado a la gravedad de la Depresión, que no pudo prevenir ni mitigar de manera efectiva.

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