La Corte Criminal Internacional (ICC) ha dado un paso significativo al crear órdenes de arresto para líderes de Israel y Hamás acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
El fiscal de la CPI, Karim Khan, ha anunciado que hay motivos razonables para creer que ciertas personas de ambos lados tienen responsabilidad penal por una serie de delitos graves.
Los cargos contra los dirigentes israelíes, entre ellos Primer Ministro Benjamín Netanyahu y Ministro de Defensa, Yoav Galán, así como Líderes de Hamas como Yahya Sinwar, Mohammed Diab Ibrahim Al-Masri (Deif), y Ismail Haniyeh, surgen de eventos que se remontan al menos al 7 de octubre de 2023. Estos eventos incluyen la presunta toma de rehenes, asesinato, exterminio y otros actos de violencia durante el Conflicto en Gaza y el sur de Israel.4.
La CPI, aunque no es una organización de las Naciones Unidas, coopera con la ONU y el Consejo de Seguridad de la ONU puede otorgarle jurisdicción para procesar casos que no están dentro de su ámbito habitual.
Este acontecimiento ha provocado una fuerte respuesta del Primer Ministro Netanyahu, que condenó la decisión de la CPI, y de Hamás, que criticó el intento de equiparar sus acciones con las de Israel.
Esta importante acción legal los coloca entre otros líderes mundiales que han sido famosos por actos contra la humanidad. El fiscal jefe de la CPI ha anunciado órdenes de arresto contra dos líderes israelíes, incluido el primer ministro Benjamín Netanyahu, y tres líderes de Hamás.
Las acusaciones se centran en hechos como las acciones emprendidas por Hamás el 7 de octubre, cuando militantes irrumpieron en el sur de Israel, provocando alrededor de 1.200 muertes y la toma de unos 250 rehenes. Además, la respuesta militar de Israel en Gaza ha provocado aproximadamente 35.000 víctimas palestinas, según el Ministerio de Salud de Gaza.
El Primer Ministro Netanyahu condenó la decisión de la CPI, calificándola de “completa distorsión de la realidad” y rechazando la comparación entre Israel y Hamás. Por el contrario, Hamás ha criticado al fiscal por intentar “equiparar a la víctima con el verdugo”, afirmando su derecho a resistir la ocupación israelí.
La CPI, establecida en 2002, tiene la tarea de procesar a personas por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, genocidio y crímenes de agresión.
Sin embargo, varios países, incluidos Israel, Estados Unidos, China y Rusia, no aceptan la jurisdicción del tribunal.
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