Líderes en el Congreso llegar a un acuerdo sobre los niveles de gasto en un paso clave para evitar el cierre.
Los líderes del Congreso han llegado a un acuerdo sobre los niveles generales de gasto. Para el año fiscal actual eso podría ayudar a evitar un cierre parcial del gobierno a finales de este mes.
El acuerdo sigue en gran medida los límites de gasto para la defensa y los programas internos que congreso establecido como parte de un proyecto de ley para suspender el límite de deuda hasta 2025, pero también incluye algunas concesiones a Casa de republicanos que quería más recortes de gastos.
La El acuerdo también proporciona un camino para aprobar proyectos de ley de financiación para todo el año. que estén libres de políticas extremas y protejan importantes prioridades nacionales, según el presidente Joe Biden.
El acuerdo es independiente de las negociaciones que se están llevando a cabo para asegurar financiación adicional para Israel y Ucrania. al mismo tiempo que frena las restricciones a las solicitudes de asilo en la frontera de Estados Unidos.
Se prevé que el gasto total para este año fiscal (2024) sea de aproximadamente $5,8 billones., según la propuesta de presupuesto del presidente. Esto incluye $1,5 billones en gasto discrecional, $3,1 billones en gasto obligatorio y $1,2 billones en pagos de intereses netos.
La Las principales diferencias entre las versiones de los proyectos de ley de financiación de la Cámara y el Senado están relacionadas con la asignación de fondos para diversos programas y agencias., como defensa, seguridad nacional, educación, salud y medio ambiente.
Por ejemplo, el proyecto de ley de la Cámara proporciona más fondos para la seguridad fronteriza y menos fondos para iniciativas de cambio climático que el proyecto del Senado. Las dos cámaras tendrán que conciliar sus diferencias antes de enviar los proyectos de ley finales al Presidente para su aprobación.
Las implicaciones de Este acuerdo para la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos es complejo e incierto..
Por un lado, El acuerdo podría ayudar a impulsar el crecimiento económico. y la recuperación proporcionando estímulo fiscal y apoyando la inversión pública en infraestructura, innovación y servicios sociales.
Por otro lado, El acuerdo también podría aumentar la deuda pública. y déficit, lo que podría plantear riesgos para la sostenibilidad fiscal a largo plazo y la credibilidad del gobierno estadounidense.
Además, el acuerdo podría tener efectos positivos o negativos en los intereses y alianzas estratégicas de Estados Unidos, dependiendo de cómo se utilicen los fondos y de cómo Estados Unidos se relacione con otros países en cuestiones globales como el comercio, el clima y la seguridad.
La reacción del público a esta noticia es mixta y polarizada. Algunas personas aplauden el acuerdo como un logro histórico que demuestra la cooperación bipartidista y el liderazgo del gobierno estadounidense. Elogian el acuerdo por abordar las necesidades y desafíos urgentes del pueblo estadounidense y del mundo tras la pandemia y la crisis climática.
Otros critican el acuerdo como un acuerdo imprudente e irresponsable que desperdicia el dinero de los contribuyentes y aumenta la interferencia y regulación gubernamental de la economía y la sociedad.
Condenan el acuerdo por ignorar la disciplina fiscal y los principios constitucionales del gobierno estadounidense y por comprometer la soberanía y competitividad de Estados Unidos en el ámbito global.